domingo, 27 de marzo de 2016

Sobre la pulsión de vida y la pulsión de muerte...


¿Sabes lo que es el carácter de excepción?

Son personas que tienen la sensación de que la vida, la naturaleza, ha cometido una grave injusticia con ellos, negándoles la belleza, la inteligencia, el dinero, o cualquier sustituto que implique una desventaja o una ofensa inferida a su narcisismo, a su amor propio. Es así como dicen: "La vida me debe una compensación que yo me procuraré. Tengo derecho a considerarme como una excepción y a superar los escrúpulos por los que otros se dejan detener en su camino. Puedo cometer injusticias, pues se han cometido conmigo..."

sábado, 12 de marzo de 2016

ASMA E HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Hoy a las 10.00 hrs. Si prefieres asistir online, también en diferido, manda tu mail por mensaje privado. ASMA e HIPERTENSIÓN ARTERIAL, con las doctoras y psicoanalistas Alejandra Menassa y Pilar Rojas.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Psicoanálisis del feminismo...


Sobre el día de la Mujer Trabajadora - Psicoanálisis del feminismo

Sobre el día de la Mujer Trabajadora - Psicoanálisis del feminismo
(Más allá de discursos rendidos a compromisos institucionales y a palabras vacías)

La lucha de la mujer a lo largo de la historia por conquistar posiciones sociales y económicas se remonta a los albores de la humanidad como civilización. La emancipación, la libertad, la igualdad son términos que encabezaron los grandes retos de las mujeres por alcanzar posiciones que Ella misma fue abandonando por su eterno dilema entre la producción y la procreación, entre lo social y lo familiar, entre el dinero y el amor. Son palabras que aún hoy ensalzamos como estandartes de una lucha denominada como feminista, pero que no hacen más que encubrir verdades de las cuales no queremos saber nada. La mujer tiene miedo a sus propias posibilidades, tiene miedo a su propia sexualidad, y en ese temor sustenta su trabajo alineada a la ideología de un hombre cuyas revoluciones fracasaron. Hoy habita una mujer a la que el siglo XX le engañó. Les dijeron que debían luchar por la igualdad, un imposible, ya que la mujer no es igual al hombre, y si llega a ser igual al hombre será un hombre, no una mujer. Quisieron abolir las diferencias, acabar con lo propiamente humano, sumergirnos hasta ahogarnos en las tendencias de globalización tan de moda.  También le prometieron un dinero con su nombre, pero solo las utilizaron como mercancía cuando fue necesario, como soldados para la guerra, como trabajadoras para la industria, y en cuanto no fueron necesarias, volvieron a la familia, al amor. Mientras algunas se desvistieron, murieron con sus gritos creyendo que así alcanzaban alguna libertad, y cuando su mensaje parecía tocar las puertas del poder, volvieron a ser recluidas, vetadas a la creación, a la palabra, volvió todo al silencio solo violentado por la comunicación con Dios. 
Creerán ustedes que todo esto es cosa del pasado, pero en nuestra constitución psíquica hay cosas de las cuales no podemos escapar y lo social es a fin de cuentas un reflejo de nuestra ideología. Es por esto que actualmente hacemos performance, puestas en escena, donde aquellos gritos emblemáticos resuenan victoriosos en el vacío, porque la ideología imperante sobre la mujer apenas ha cambiado, lo sabemos, pero no lo decimos, lo sabemos, pero nosotras mismas sucumbimos al fragor de los tambores y rayos artificiales, nosotras mismas renunciamos a aceptar nuestro sexo y yacemos en las consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica. 
Y ustedes dirán, y ¿la igualdad salarial?, y yo les digo ¿por qué debería cobrar yo lo mismo que un hombre?, a lo mejor debería cobrar más. Yo voto por las diferencias entre los hombres y mujeres, voto por una mujer capaz de hablar para transformar su historia futura, voto por la mujer que escriba, que habite en la poesía, que haga su propia revolución. La revolución actual no es verdadera, solo habrá revolución para la mujer a través de la poesía y quien no lo crea, quien siga creyendo que la poesía solo son versitos no tendrá ninguna huella que dejar, ninguna historia será escrita, habitará en los suburbios de la locura, la infidelidad, o la insatisfacción sexual. Es hora de amar y trabajar, es tiempo de hacernos mujeres, basta ya de amor a cambio de amor, de comida a cambio de amor, de trabajo a cambio de amor. La mujer debe generar su plusvalía, su dinero, su producción deseante y dejar de ser únicamente un vehículo para la multiplicación de la especie y el cuidado de la familia. Basta ya de eludir el goce, tenemos que pasar a lo social-histórico. En el Concilio de Trento se le otorgó un alma a la mujer, la única manera de mantenerla es haciendo uso de la palabra, escribiendo, publicando. Apostemos nuestra vida por una idea más allá de la doble moral cultural que habita también en nosotras, algún trabajo tenemos que hacer porque la respuesta no está en el feminismo sino en el psicoanálisis.

Susana Lorente
Psicóloga- Psicoanalista